Lecina Fernández. Psicóloga Clínica. Miembro de Psicoartaes. Marzo 2023.
Al ver 20.000 especies de abejas se me olvidó que estaba viendo una película. Me recuerda al director Robert Altman porque no cuenta una historia tradicional de principio a fin, sino que abre una grieta y muestra la vida con naturalidad, tal como es.
20.000 especies de abejas ocurre en una semana en la que Cocó, su madre y sus hermanos van al pueblo a casa de la abuela. Y en ese transcurrir de la vida, desde la primera imagen van apareciendo con una gran naturalidad “20.000 especies” de personas y situaciones diferentes incluso opuestas:
Los personajes protagonistas viven inmersos en esa diversidad y la película muestra sus reacciones:
- Cocó la protagonista, que se llama Aitor y Lucía, vive un problema de identidad de género, está solaen esta situación antes de compartirla, en esa etapa tan importante como es la infancia y la adolescencia, porque lo que ocurre va a formar a la persona y dejar huella para siempre. Reacciona preguntando, escuchando y queriendo escuchar su identidad.
- Su madre, artista frustrada, ha crecido admirando a un padre más ausente de lo que hubiese deseado. Reacciona ante la vida con un estilo “en contra de”, “en la queja”, “en el resentimiento”, está sola: causa y efecto de escucharse a sí misma, sumergida en su propia historia (yo, me, mi, conmigo) entrelazada con la atención a sus hijos.
- La abuela es creyente. Ha vivido a la sombra del marido, de su arte y de sus Ha llevado las cuentas, ha sido el mástil. Está sola. Reacciona siendo pragmática y escucha su fe.
- La tía es apicultora, es abierta y universal. En ese mundo está sola. Reacciona escuchando a la naturaleza y a las personas. Es quien plantea a Cocó la comparación de las abejas y sus roles con su propia familia.
20.000 especies de abejas muestra la soledad interna en la que nos podemos encontrar ante las distintas situaciones que nos inundan en la vida. Aunque cada una de las protagonistas está sola, están todas conectadas por “la abeja reina” (Cocó) para hacer lo mejor para ella. Les une el amor y la responsabilidad de sus roles, que les permite hablar, escuchar, aceptar y seguir avanzando. Responden con amor. Y con ello reducen la discrepancia entre lo que se espera y lo que tienen, atendiendo a los sentimientos, al sufrimiento de la persona, de forma que no se sienta abandonada ni inmersa en una soledad no deseada.
Todo se muestra con naturalidad, con cercanía -cercanía física entre las personas y cercanía de la cámara con los personajes y el paisaje-, y también con emociones contenidas. Un ejemplo de contención de expresión de emociones se observa en la escena en que (spoiler) los vecinos del pueblo peinan toda la zona sin éxito en busca del santo que les han robado, y cuando Cocó y su amiga lo encuentran no hay exaltación alguna, no expresan ningún tipo de revuelo. Pero si vemos que la escultura que encuentran es San Juan Bautista, la escena es muy simbólica, Cocó y su amiga se sumergen en el río con San Juan, y como en el bautismo, es símbolo de sumergirse y resurgir como nuevas personas, con nueva identidad y con una calma y serenidad que reflejan las niñas en la orilla del río. La familia, el apoyo, el entender, el aceptar a las personas, ayuda y acompaña en el camino del renacer.
20.000 especies de abejas muestra con sensibilidad, naturalidad y esperanza cómo las personas, con su inteligencia y emoción, buscan la mejor opción para transitar por la vida. Enhorabuena a su directora Estibaliz Urresola Solaguren.
20.000 especies de abejas. 2023. Dirección y Guión: Estibaliz Urresola Solaguren. Intérpretes: Sofía Otero, Patricia López Arnaiz, Ane Gabarain, Itziar Lazkano, Fotografía: Gina Ferrer. Compañías: Gariza Films, Inicia Films, ETB, ICCA, Movistar Plus +, RTVE. País: España. Duración: 129 min. Género: Drama. Transexualidad/Transgénero. Infancia. Familia. Premios: Oso de Plata – Mejor interpretación protagonista (Sofía Otero). Festibal de Berlín. 2023. Biznaga de Oro y Mejor actriz de reparto (Arnaiz).