ELLA EN MIL PEDAZOS

Lecina Fernández. Psicóloga Clínica.

Miembro de Psicoartaes. 18-9-2025

Ella en mil pedazos se ha proyectado en el 34 Festival de Cine de Madrid en la sección de largometrajes coordinada y presentada por Valle Hidalgo.

.La película está dirigida por Ramón Luque y protagonizada por Julia Piera, Ana Capella, Laura Cepeda, Carlos Cabra y José Troncoso. Transcurre en un centro psiquiátrico y se centra en el tratamiento de una paciente, siendo la paciente y la psicóloga las principales protagonistas junto con el psiquiatra, el enfermero y la madre y hermano de la enferma.

La película atrapa. Aunque el espectador no sabe muy bien qué es lo que está pasando ni tampoco le queda claro el final, en ese momento del visionado no es lo más importante porque la fotografía, la música, los primeros y primerísimos planos, el color, la cámara subjetiva y el montaje son protagonistas y consiguen mantener esa atmósfera inquietante junto con la interpretación de los actores, de forma que el espectador está expectante. Al acabar la película pensé que este trabajo cinematográfico es un buen ejemplo de haber conseguido el principio que planteó Aristóteles: “el todo es más que la suma de sus partes”.

Un tema fundamental que verbalizan los propios protagonistas en la película es el de la Salud Mental: la búsqueda de un diagnóstico y el tratamiento. También esta película es un ejemplo de la conveniencia de contar con un profesional de la Psicología clínica y Psicología audiovisual, para haber conseguido mayor claridad, coherencia y menos confusión. Pero la película aporta una reflexión, aunque no lo dice directamente, sí muestra la posibilidad de plantear el refrán “ni están todos los que son ni son todos los que están”, y también la importancia de los determinantes sociales como afectan a la salud mental, porque en esos espacios y clima asfixiante, tipo ratonera, en el psiquiátrico y en la vida personal (muy conseguidos) donde viven los personajes, las fronteras de la “locura” y la “cordura” son difusos. Planteándose el espectador quién de los protagonistas está más enfermo o en el lenguaje cinematográfico ¿quién es el villano?

Para usar esta película como herramienta educativa o terapéutica no importa el diagnóstico ni el final, sino la posibilidad de reflexionar sobre la salud mental, sobre los factores y determinantes individuales, familiares y sociales que influyen en la salud mental, intensidad y frecuencia, y sobre la atención a estas enfermedades e intervención con los pacientes.

Mi enhorabuena a la fotografía, a la música y gracias al Festival por su iniciativa.

SIRAT

Lecina Fernández. Psicóloga Clínica. 10-7-25

SIRAT apunta a la más profunda esencia del ser humano

  • A la soledad: a la búsqueda de lo que nos falta para ser/sentirnos más completos.
  • Al individuo: al amor, a la verdad.
  • Al grupo: a la ayuda, al cuidado entre los miembros del grupo.

SIRAT es impactante. El epicentro de la película es la esencia del ser humano y su conexión con la naturaleza. Por eso posiblemente evoca tantas comparaciones. Hay quien al hablar de SIRAT, la última película de Oliver Laxe ganadora del premio del Jurado de Canes, la compara con un western “Centauros del desierto” o con una película de aventuras o con un documental de las fiestas rave. Todas referencias del cine del siglo XX hasta la actualidad, pero SIRAT va más allá de eso, trasciende el tiempo y viaja hacia atrás, atrás, atrás …hasta llegar a los primeros humanos habitantes de la Tierra. Mientras la veía no me di cuenta porque las imágenes son tan impactantes que no puedes pensar, solo ver, percibir, sentir. Sientes con todos los sentidos como en “Lo que arde” su película anterior.

Al salir del cine con las imágenes grabadas en la retina y la música marcando el ritmo de las pulsaciones de mi corazón, aún seguía sin activar el pensamiento que me permitiera reflexionar sobre la película. Pero tres o cuatro días después ocurrió. Dicen que las casualidades no existen, porque cuando estamos abiertos, encontramos y conectamos. Y en una conferencia de Gonzalo Sánchez “El caso Altamira” organizada por la Tertulia “Justicia y Utopía”, ocurrió la conexión y encontré la reflexión perdida. Vino a mi mente una imagen de SIRAT: el paisaje desértico, esa línea eterna horizontal, sobre la que plantaron dos altavoces rectangulares verticales rompiendo la horizontalidad. Milenios atrás el ser humano compuso esta misma imagen cuando creó los monolitos verticales perpendiculares a la tierra[i]. Y entonces, para mí, de pronto, todas las piezas encajaron. SIRAT es la esencia del ser. Entonces y ahora sigue sintiendo/teniendo la misma esencia: la soledad, el individuo, el grupo.

Podemos imaginar y compararnos con aquellos antepasados nuestros

Ya entonces actuaban así:

  • Para sí mismos, para su propia supervivencia como por ejemplo cuando protegían sus víveres.
  • Para los otros, para el grupo y con el grupo, como por ejemplo enfrentarse a los peligros juntos, compartir comida y el fuego, ayudarse, cuidarse, quererse porque se enfrentaban a la fuerza y dureza de la Naturaleza día y noche, sufrían sus estragos y sus pérdidas.
  • Para su espíritu: calmaban la angustia de la pérdida, del abismo, del vacío, de la esperanza o desesperanza con la música, con las danzas, con sustancias y brebajes, con símbolos, con aislarse en su microcosmos.

Todos estos comportamientos se perciben y se sienten en SIRAT. Y esto me lleva a mi reflexión perdida en el tiempo y al mismo tiempo acompañándome siempre en el espacio: cuando era niña, con 11 años estudiamos la prehistoria y pensé que desde los hombres primitivos hasta el momento que vivía, el ser humano había evolucionado en todos los sentidos. Físicamente, ya no teníamos aquel pelaje y nuestros cuerpos eran más bellos, y lo mismo pensé que había ocurrido con su mente, su inteligencia, sus emociones y sentimientos.  

Pero a medida que crecía, pensé que, aunque hemos seguido inventando y progresando, en esencia somos los mismos, seguimos teniendo la misma esencia, la misma naturaleza. Y cierto es que en nuestro ADN actual hay todavía un 4% de nuestros antepasados: homo sapiens y neandertales. Y esa es nuestra sensación de conexión con SIRAT, esa conexión con todo lo que fuimos y somos. Con la materia y la no materia.

SIRAT es muy impactante en el aquí y ahora, te golpea desde fuera. En su camino presente la materia está el paisaje, en los camiones y furgoneta, en la comida, gasolina, … Y a su vez es muy profunda, te zarandea desde dentro. Es un camino hacia un viaje místico, atemporal, hacia la no materia, hacia el espíritu. Y para ello ayuda el paisaje desértico, la música, las imágenes, las conductas de protagonistas, la cultura rave, la Naturaleza, … y tantas cosas más que el espectador descubrirá, que como en las tribus de nuestros antepasados resulta muy difícil enfrentarse o huir de la fuerza de la Naturaleza o la del sistema en el que estamos inmersos.

Desde aquí animo a ver SIRAT, una cadena de imágenes, de simbología, de metáforas que como los jeroglíficos o la poesía, da los datos suficientes con la belleza, el dolor, la desolación, y la esperanza para que sientas en el momento que ves la película. Y también después, cuando vuelven esas imágenes a tu memoria, y comienzas un camino con ellas, una búsqueda de sentido, desde tu historia, desde tu aprendizaje conectas con ellas, con la realidad que vives, contigo mismo, con tu grupo, con la sociedad y… se parece tanto a tu vida. Entiendes ese camino del día a día y la verdad de seguir caminando. Y de pronto, sin proponértelo, sientes más de lo que sentiste cuando viste la película. Porque ahora la película eres tú y tu esencia, de lo que fuiste, de lo que eres y de la posibilidad de elegir qué y cómo quieres ser. Gracias Oliver Laxe.

SIRAT. 2025. .Dirección Oliver Laxe. Guión: Oliver Laxe, Santiago Fillol Intérpretes:  Sergi López, Bruno Núñez, Jade Oukid, Estefanía Gadda, Richard Bellamyun, Tonin Javier, … Fotografía: Mauro Herce. Música: Kangding Ray. Compañías: Coproducción España-Francia; Fimes Da Ermida, El Deseo, Movistar Plus+, 4ª4 Productions. Uir Films. País: España. Duración: 114 min. Género: Drama. Intriga. Thriller. Música. Road Movie.

Todos estos comportamientos se perciben y se sienten en SIRAT. Y esto me lleva a mi reflexión perdida en el tiempo y al mismo tiempo acompañándome siempre en el espacio: cuando era niña, con 11 años estudiamos la prehistoria y pensé que desde los hombres primitivos hasta el momento que vivía, el ser humano había evolucionado en todos los sentidos. Físicamente, ya no teníamos aquel pelaje y nuestros cuerpos eran más bellos, y lo mismo pensé que había ocurrido con su mente, su inteligencia, sus emociones y sentimientos.  

Pero a medida que crecía, pensé que, aunque hemos seguido inventando y progresando, en esencia somos los mismos, seguimos teniendo la misma esencia, la misma naturaleza. Y cierto es que en nuestro ADN actual hay todavía un 4% de nuestros antepasados: homo sapiens y neandertales. Y esa es nuestra sensación de conexión con SIRAT, esa conexión con todo lo que fuimos y somos. Con la materia y la no materia.

SIRAT es muy impactante en el aquí y ahora, te golpea desde fuera. En su camino presente la materia está el paisaje, en los camiones y furgoneta, en la comida, gasolina, … Y a su vez es muy profunda, te zarandea desde dentro. Es un camino hacia un viaje místico, atemporal, hacia la no materia, hacia el espíritu. Y para ello ayuda el paisaje desértico, la música, las imágenes, las conductas de protagonistas, la cultura rave, la Naturaleza, … y tantas cosas más que el espectador descubrirá, que como en las tribus de nuestros antepasados resulta muy difícil enfrentarse o huir de la fuerza de la Naturaleza o la del sistema en el que estamos inmersos.

Desde aquí animo a ver SIRAT, una cadena de imágenes, de simbología, de metáforas que como los jeroglíficos o la poesía, da los datos suficientes con la belleza, el dolor, la desolación, y la esperanza para que sientas en el momento que ves la película. Y también después, cuando vuelven esas imágenes a tu memoria, y comienzas un camino con ellas, una búsqueda de sentido, desde tu historia, desde tu aprendizaje conectas con ellas, con la realidad que vives, contigo mismo, con tu grupo, con la sociedad y… se parece tanto a tu vida. Entiendes ese camino del día a día y la verdad de seguir caminando. Y de pronto, sin proponértelo, sientes más de lo que sentiste cuando viste la película. Porque ahora la película eres tú y tu esencia, de lo que fuiste, de lo que eres y de la posibilidad de elegir qué y cómo quieres ser. Gracias Oliver Laxe.

SIRAT. 2025. .Dirección Oliver Laxe. Guión: Oliver Laxe, Santiago Fillol Intérpretes:  Sergi López, Bruno Núñez, Jade Oukid, Estefanía Gadda, Richard Bellamyun, Tonin Javier, … Fotografía: Mauro Herce. Música: Kangding Ray. Compañías: Coproducción España-Francia; Fimes Da Ermida, El Deseo, Movistar Plus+, 4ª4 Productions. Uir Films. País: España. Duración: 114 min. Género: Drama. Intriga. Thriller. Música. Road Movie.

Todos estos comportamientos se perciben y se sienten en SIRAT. Y esto me lleva a mi reflexión perdida en el tiempo y al mismo tiempo acompañándome siempre en el espacio: cuando era niña, con 11 años estudiamos la prehistoria y pensé que desde los hombres primitivos hasta el momento que vivía, el ser humano había evolucionado en todos los sentidos. Físicamente, ya no teníamos aquel pelaje y nuestros cuerpos eran más bellos, y lo mismo pensé que había ocurrido con su mente, su inteligencia, sus emociones y sentimientos.  

Pero a medida que crecía, pensé que, aunque hemos seguido inventando y progresando, en esencia somos los mismos, seguimos teniendo la misma esencia, la misma naturaleza. Y cierto es que en nuestro ADN actual hay todavía un 4% de nuestros antepasados: homo sapiens y neandertales. Y esa es nuestra sensación de conexión con SIRAT, esa conexión con todo lo que fuimos y somos. Con la materia y la no materia.

SIRAT es muy impactante en el aquí y ahora, te golpea desde fuera. En su camino presente la materia está el paisaje, en los camiones y furgoneta, en la comida, gasolina, … Y a su vez es muy profunda, te zarandea desde dentro. Es un camino hacia un viaje místico, atemporal, hacia la no materia, hacia el espíritu. Y para ello ayuda el paisaje desértico, la música, las imágenes, las conductas de protagonistas, la cultura rave, la Naturaleza, … y tantas cosas más que el espectador descubrirá, que como en las tribus de nuestros antepasados resulta muy difícil enfrentarse o huir de la fuerza de la Naturaleza o la del sistema en el que estamos inmersos.

Desde aquí animo a ver SIRAT, una cadena de imágenes, de simbología, de metáforas que como los jeroglíficos o la poesía, da los datos suficientes con la belleza, el dolor, la desolación, y la esperanza para que sientas en el momento que ves la película. Y también después, cuando vuelven esas imágenes a tu memoria, y comienzas un camino con ellas, una búsqueda de sentido, desde tu historia, desde tu aprendizaje conectas con ellas, con la realidad que vives, contigo mismo, con tu grupo, con la sociedad y… se parece tanto a tu vida. Entiendes ese camino del día a día y la verdad de seguir caminando. Y de pronto, sin proponértelo, sientes más de lo que sentiste cuando viste la película. Porque ahora la película eres tú y tu esencia, de lo que fuiste, de lo que eres y de la posibilidad de elegir qué y cómo quieres ser. Gracias Oliver Laxe.

SIRAT. 2025. .Dirección Oliver Laxe. Guión: Oliver Laxe, Santiago Fillol Intérpretes:  Sergi López, Bruno Núñez, Jade Oukid, Estefanía Gadda, Richard Bellamyun, Tonin Javier, … Fotografía: Mauro Herce. Música: Kangding Ray. Compañías: Coproducción España-Francia; Fimes Da Ermida, El Deseo, Movistar Plus+, 4ª4 Productions. Uir Films. País: España. Duración: 114 min. Género: Drama. Intriga. Thriller. Música. Road Movie.

The Brutalist.

Ser y Transcender

son más que tablas de salvación para sobrevivir y vivir.

Lecina Fernández. Psicóloga Clínica

 

Desde la primera escena, The Brutalist, muestra la complejidad de la vida y de las personas: Imágenes oscuras, opresivas, claustrofóbicas del compartimento de un barco y de pronto la luz, el espacio ilimitado, el cielo y la estatua de la libertad; sonidos y gritos que transmiten la tensión que se vive en esa oscuridad y al mismo tiempo el arte de la música; la voz en off de una mujer que escribe una carta al protagonista describiéndole como un ser luminoso, pero nos anticipa el tormento que vivirá su alma cuando le dice “No dejes que tus pensamientos te arrebaten lo mejor de ti”.  Y la escena culmina con una vista panorámica de la arquitectura de Nueva York. Eso es lo que nos vamos a encontrar en The Brutalist: Dolor y Belleza, y cómo esta dualidad va curtiendo el alma.

 ¿Qué cuenta?

The  Brutalist cuenta la historia de un arquitecto judío, László Toth, nacido en Hungría, reconocido en Europa, que sobrevive al holocausto. La segunda guerra mundial le ha despojado de todo: de su trabajo, profesión, matrimonio, familia. Llega a Estados Unidos con las manos vacías, sólo se lleva a sí mismo y la esperanza de reconstruir todo lo perdido. La película parte de esa pérdida y del enigma de la llegada. Poco a poco nos va a desvelar qué se va a encontrar en distintas áreas: en el funcionamiento del país, en la comunidad religiosa, en la familia, en el ámbito laboral y en su propia persona. Por ejemplo, un familiar le acoge y le da trabajo y un cliente se encapricha de su obra y de su “conversación sugestiva e intelectualmente estimulante” y le . Y lo que al principio parece corazones abiertos y oportunidades hacia un nuevo horizonte, se va convirtiendo en puertas cerradas con rechazo profesional y personal.

LászloToth ha dejado atrás una guerra mundial y ahora se encuentra con una “guerra” interpersonal: no hay armas bélicas, son armas comportamentales. Se topa con personas con la necesidad de mostrar su poder, con conductas que quieren mostrar la superioridad, conductas agresivas y de abuso, oscuras y de miseria humana, que humillan y machacan la dignidad del ser, para hundirlo y anularlo. Conductas que sufre de sus allegados, y que le llevan a descifrar el enigma de la llegada que desvela a su mujer: “No nos quieren. No somos nada. Somos peor que nada”. Y ella, recién llegada a ese mundo que luego describirá como podrido, contesta: “Pobre marido. Qué te han arrebatado”. Él, artista luminoso, que había creado edificios que perduraban a pesar de la guerra y que mantenía el espíritu de “diseñar una arquitectura que soportara una erosión con la fuerza del Danubio”, ahora es oscuridad.

The Brutalist, por la historia que cuenta, la psicología de los personajes, las interpretaciones, la banda sonora, la fotografía, la belleza de las imágenes, … son más que suficientes para considerarla una gran película. Pero, además tiene un valor añadido: Es universal. Y desde el análisis de la Psicología también es una herramienta para reflexionar en la vida cotidiana de cada uno de los espectadores que ven la película.

¿Por qué The Brutalist, además de la historia que cuenta, es universal?

 Se ha dicho que es una película épica, una catedral cinematográfica, un cine monumental. Pero desde esa grandeza no solo toca el alma, también toca la individualidad de cada espectador, porque podemos traerla al presente a nuestra vida cotidiana si consideramos que inmigrar no solo es llegar a un nuevo continente o país. Podemos entender llegar a una nueva ciudad, a un nuevo trabajo, a una nueva comunidad o a una nueva familia.  Y al llegar podemos encontrarnos con un lugar abierto y penetrable o lleno de prejuicios y pasiones oscuras, intencionadamente encubiertas, que lo convierten en incomprensible e impenetrable. ¿Cuántos de nosotros en esa “inmigración” a un nuevo trabajo o nueva familia nos hemos encontrado con personas que no nos quieren, que nos rechazan, que sienten envidia o celos, o abuso de poder autoatribuyéndoselo únicamente por haber llegado ellos antes? ¿Quién no se ha encontrado con una persona con conducta similar al personaje de cliente rico o a la del hijo insolente e inmaduro o a la de la hija que parece que no hace daño pero calla y otorga en favor de su egoísmo o alimento de una personalidad tóxica, o a la del familiar que le da la mano y luego le empuja?

La Psicología ha estudiado estas conductas y los efectos que producen en las personas que las sufren: angustia, pérdida de estilo, de identidad, baja autoestima, indefensión aprendida, somatizaciones, adicciones, etc., causando diagnósticos de ansiedad, depresión u otras patologías psíquicas y físicas. Y en la película vemos cómo afectan a László Toth.

 ¿Por qué The Brutalist es útil como herramienta psicológica?

Por el análisis psicológico de las conductas durante el proceso y del desenlace.

La Psicología ha estudiado cómo afrontar esas situaciones. ¿Sabrá el protagonista? ¿László Toth se hundirá en ese mundo podrido y miserias humanas? o ¿Se salvará?

Podemos recapitular y recordemos que en la primera parte de la película László Toth es luz hacia fuera, es proyección, es horizonte. La segunda parte de la película es hacia dentro, es hundido, es desesperanza, es oscuro. Pero László Toth se salva ¿Qué le salva? Irse y Volver a ser él mismo, el que era antes de la inmigración. Le salva el amor. Darwin pensaba que el amor había sido uno de los motores de la evolución humana, porque crea grupos muy cohesionados. Y aquí lo vemos. Y también le salva la proyección de sí mismo a nivel personal y profesional, vuelve a involucrarse en su proyecto de vida, a proyectar con ilusión. Vuelve a SER, y su ser y hacer le permite vivir y TRANSCENDER.

Desde aquí animo a ver The Brutalist y felicito a Brady Corbet, a Adrien Brody y a todo el equipo por los premios Oscar, Globos de Oro, Bafta, etc., recibidos.

The Brutalist. 2024. Dirección: Brady Corbet. Guion: Brady Corbet, Mona Fastvoid. Reparto: Adrien Brody, Felicity Jones, Guy Pearce, Joe Alwyn, Raffey Cassidy,etc.  País: Estados Unidos.  Fotografía: Lol Crawley. Música: Daniel Blumberg. Duración: 215min. Género: Drama. Arquitectura. Inmigración. Años 40-60

CURSO DE EXPERTO EN PSICOLOGÍA AUDIOVISUAL Y ESCÉNICA III EDICIÓN

Estamos muy contentos de anunciar una nueva edición, esta vez ya la tercera, de nuestro Curso de Experto en Psicología Audiovisual y Escénica. Este curso dará comienzo el próximo viernes 21 de febrero de 2025. La modalidad será, en la medida de lo recomendable, presencial, aunque también se podrá realizar de manera online. Se llevará a cabo en el Colegio Oficial de la Psicología de Madrid.

Este curso nació con la principal pretensión de profesionalizar la figura del psicólogo audiovisual y escénico, que es uno de los objetivos más importantes que tenemos dentro de nuestro grupo de trabajo. Por ello, este curso nos ayuda a conocer en profundidad y de manera profesional en qué consisten las tres ramas más importantes de estas artes: el cine, el teatro y la danza. Se hablará de diferentes contextos y funciones de esta rama que combina el arte y la psicología: el asesoramiento psicológico en la creación de proyectos cinematográficos, el uso terapéutico del cine, el uso del teatro como herramienta psicológica, o la intervención psicológica a partir del uso de la danza.

Como siempre, y desde la definición que aportamos de lo que es la psicología audiovisual y escénica, este curso también atiende a las dos ramas de trabajo de esta disciplina: de qué manera la psicología puede utilizarse en la creación y desarrollo de proyectos artísticos, y, por otro lado, de qué forma estas disciplinas artísticas también aportan al ejercicio de la psicología.

Creemos que este curso es una gran oportunidad para poder acercarse a este campo tan bonito, pero aún no tan conocido, de la psicología. ¡Estaremos encantados de que os podáis formar con nosotros!

Os dejamos en este post el programa del curso y también os dejamos aquí el link en el que podréis encontrar toda la información del curso y realizar la inscripción: Información e Inscripción

No dudéis en consultarnos para cualquier duda o pregunta.

IX Jornada de Psicología y Artes Audiovisual y Escénicas

El pasado 25 de octubre tuvimos el placer de celebrar en el Colegio Oficial de la Psicología de Madrid nuestra IX Jornada de Psicología y Artes Audiovisual y Escénicas. Fue un gran día que tuvimos la gran suerte de compartir con el público asistente y otros profesionales, en el que entre todos aprendimos, reflexionamos y compartimos nuestros conocimientos y experiencias.

Tuvimos la oportunidad de tratar y comentar diferentes temas acerca de la psicología audiovisual y escénica, desde sus orígenes hasta su actualidad. Comenzamos la mañana hablando del papel que juega actualmente la psicología en el mundo del cine, tanto desde su aportación en la creación de proyectos cinematográficos (Ej.: guiones, tramas, personajes, etc.) como también desde el uso del cine y películas para el abordaje de problemáticas psicológicas. También tuvimos una mesa coloquio interesantísima acerca de las familias de artistas y cómo en ellas se tratan las tradiciones familiares en relación a estas artes y los posibles cambios que puede haber en esta orientación artística. Y, para cerrar la mañana, también hablamos de la danza, desde su relación con la resiliencia y también desde el papel que juega la psicología en la formación a las personas dedicadas a la danza. Ya por la tarde hablamos de otros aspectos relacionados con lo artístico. Por ejemplo, la influencia que tiene la moda en proyectos audiovisuales y cinematográficos como series y películas, técnicas escénicas aplicadas a artistas, la influencia del cine en el contexto psicológico del abuso sexual, además de un taller sobre danza y también sobre comunicación a través del sonido y la música.

En resumen, estamos muy contentos de haber podido ofrecer un programa muy amplio y rico en las diferentes disciplinas artísticas: cine, teatro, danza y música, que nos ayudó a seguir aprendiendo sobre la aportación que tiene la psicología en todas ellas.

Desde aquí, agradecemos a todos los miembros del grupo de trabajo Psicoartaes que participaron en la jornada y también a todo el público asistente que se acercó a conocernos.

¡Seguiremos creciendo en este cruce de caminos tan bonito entre la psicología y las artes!